El petróleo llegó a las costas de Florida; y se cree que dos meses podría llegar a los litorales de la Península de Yucatán
CIUDAD DE MÉXICO (AP) El inmenso derrame de crudo en aguas del Golfo de México podría llegar a los litorales de la Península de Yucatán para este verano.
Una proyección que realiza el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR, por sus siglas en inglés), mediante la aplicación de un modelo computacional que toma en cuenta un vertido continuo de crudo al mar del 20 de abril al 20 de junio, revela que en un periodo de cuatro meses, es decir, para el 20 de agosto, la mancha cubriría la totalidad de las costas de Florida, siguiendo hacia el Noreste por el litoral de Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia, para luego seguir mar adentro sobre el Atlántico con dirección a Europa.
En esta previsión se estima que las playas más atractivas de la Península de Yucatán, como Cancún, Isla Mujeres y Holbox se verán afectadas por el enorme derrame, para esa fecha.
En esta previsión se estima que las playas más atractivas de la Península de Yucatán, como Cancún, Isla Mujeres y Holbox se verán afectadas por el enorme derrame, para esa fecha.
El desastre ecológico inició el 20 de abril tras un accidente en la plataforma de British Petroleum, que le costó la vida a siete personas.
Colocan embudo para intentar disminuir la fuga de crudo
British Petroleum (BP) colocó una cubierta en forma sobre el pozo para intentar reducir la cantidad de crudo que se está derramando hacia el mar, mientras los bañistas en Florida abandonaban las aguas debido a que la mancha de petróleo ya llegó a sus costas.
Los ingenieros de BP intentaban ajustar la cubierta en forma de embudo invertido, que tiene como finalidad bombear el crudo hacia un carguero, ayer por la noche comenzó el bombeo, pero se desconocían los volúmenes de crudo recolectado.
Mientras los expertos trabajaban a unos mil 600 metros de profundidad, la marea negra se dejaba apreciar por “las playas más blancas del mundo”, como suelen promocionar a Pensacola Beach, en Florida.
Los bañistas de este lugar turístico tuvieron que abandonar el mar debido al hidrocarburo flotante, mientras que niños jugaban con el crudo en la playa y varias personas le tomaban fotografías a las manchas.
Grace Vondohlen, uno de los bañistas, recogió la sustancia pegajosa de color rojizo. “Es muy triste porque venimos acá de vacaciones todos los veranos, y ahora no podremos venir más. Simplemente no puedo creerlo, solía ser pura arena blanca”.
“En Revelaciones, se dice que el agua se transformará en sangre. Eso es lo que parece, como si sangrara el Golfo”, dijo por su parte P.J. Hahn, director de manejo de la zona costera del distrito de Plaquemines, mientras se arrodillaba para fotografiar una pluma empapada en crudo. “Esto va a acabar con todo tipo de vida”.
Además de Pensacola Beach, el crudo también está presente en las costas de Louisiana, Mississippi y Alabama.
De todos los estados afectados hasta el momento, Florida es el que más tiene para perder. El turismo es su mayor industria con 80 millones de visitantes por año, que aportan 21% de los impuestos que recauda el Estado y da empleo a cerca de un millón de personas.
Autoridades de Florida se apresuraron a implementar planes de contingencia y enviaron equipos de limpieza y desplegaron barreras de contención adicionales.
“Ahora mismo, el Estado de Florida está viendo el impacto”, dijo David Halstead, director de la División de Administración de Emergencias.
Además las autoridades turísticas del Estado están extendiendo una campaña agresiva de publicidad, financiada en parte por BP, que busca enfatizar que las playas siguen abiertas a las actividades comerciales, pese a la amenaza de contaminación.
Incluso el gobernador Charlie Crist solicitó a los ejecutivos de BP 100 millones de dólares para financiar los esfuerzos de respuesta al derrame por el Instituto Oceanográfico de Florida.
Obama, cauto
El presidente Barack Obama visitó Louisiana por segunda ocasión en una semana y tras supervisar la zona dijo que hay progresos, pero aclaró que “es muy pronto para ser optimista”. El mandatario se dirigió hacia Grand Isle, el puerto que otrora estaba lleno de pescadores y que ahora está atestado de fotógrafos interesados en tomar imágenes de la marea negra.
British Petroleum (BP) colocó una cubierta en forma sobre el pozo para intentar reducir la cantidad de crudo que se está derramando hacia el mar, mientras los bañistas en Florida abandonaban las aguas debido a que la mancha de petróleo ya llegó a sus costas.
Los ingenieros de BP intentaban ajustar la cubierta en forma de embudo invertido, que tiene como finalidad bombear el crudo hacia un carguero, ayer por la noche comenzó el bombeo, pero se desconocían los volúmenes de crudo recolectado.
Mientras los expertos trabajaban a unos mil 600 metros de profundidad, la marea negra se dejaba apreciar por “las playas más blancas del mundo”, como suelen promocionar a Pensacola Beach, en Florida.
Los bañistas de este lugar turístico tuvieron que abandonar el mar debido al hidrocarburo flotante, mientras que niños jugaban con el crudo en la playa y varias personas le tomaban fotografías a las manchas.
Grace Vondohlen, uno de los bañistas, recogió la sustancia pegajosa de color rojizo. “Es muy triste porque venimos acá de vacaciones todos los veranos, y ahora no podremos venir más. Simplemente no puedo creerlo, solía ser pura arena blanca”.
“En Revelaciones, se dice que el agua se transformará en sangre. Eso es lo que parece, como si sangrara el Golfo”, dijo por su parte P.J. Hahn, director de manejo de la zona costera del distrito de Plaquemines, mientras se arrodillaba para fotografiar una pluma empapada en crudo. “Esto va a acabar con todo tipo de vida”.
Además de Pensacola Beach, el crudo también está presente en las costas de Louisiana, Mississippi y Alabama.
De todos los estados afectados hasta el momento, Florida es el que más tiene para perder. El turismo es su mayor industria con 80 millones de visitantes por año, que aportan 21% de los impuestos que recauda el Estado y da empleo a cerca de un millón de personas.
Autoridades de Florida se apresuraron a implementar planes de contingencia y enviaron equipos de limpieza y desplegaron barreras de contención adicionales.
“Ahora mismo, el Estado de Florida está viendo el impacto”, dijo David Halstead, director de la División de Administración de Emergencias.
Además las autoridades turísticas del Estado están extendiendo una campaña agresiva de publicidad, financiada en parte por BP, que busca enfatizar que las playas siguen abiertas a las actividades comerciales, pese a la amenaza de contaminación.
Incluso el gobernador Charlie Crist solicitó a los ejecutivos de BP 100 millones de dólares para financiar los esfuerzos de respuesta al derrame por el Instituto Oceanográfico de Florida.
Obama, cauto
El presidente Barack Obama visitó Louisiana por segunda ocasión en una semana y tras supervisar la zona dijo que hay progresos, pero aclaró que “es muy pronto para ser optimista”. El mandatario se dirigió hacia Grand Isle, el puerto que otrora estaba lleno de pescadores y que ahora está atestado de fotógrafos interesados en tomar imágenes de la marea negra.
Fuente: Informador.com.mx
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