- Los daños ocasionados por las lluvias superarían los mil millones de pesos, estima el gobierno estatal
CIUDAD DE MÉXICO () La Secretaría de Gobernación (Segob) declaró la emergencia para siete municipios del estado de Coahuila, los cuales se vieron afectados por el paso del huracán “Alex”.
La dependencia, a través de la Coordinación General de Protección Civil, emitió la declaratoria para los municipios de Abasolo, Candela, Escobedo, Frontera, Monclova, Ramos Arizpe y Saltillo.
Esto, por la ocurrencia de lluvia severa los días 30 de junio y 1 de julio de 2010 tras el paso del huracán “Alex”.
Con esta acción se activan los recursos del fondo revolvente del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), para que las autoridades estatales de Coahuila cuenten con los recursos para atender las necesidades alimenticias de abrigo y salud de la población afectada.
Antes, también se decretó emergencia en 19 municipios de Tamaulipas por las afectaciones de “Alex”.
Incomunicada la región carbonífera
La situación cambió en Coahuila a casi una semana del paso de los remanentes del huracán "Alex", cuyas lluvias dejaron a su paso daños que superarían los mil millones de pesos, declaró el gobernador Humberto Moreira Valdés, quien recorrió la zona de desastre en la Región Carbonífera.
La Carbonífera se encuentra incomunicada debido a que continúa la contingencia por el desbordamiento del río Álamos, conocido como "El Coyote" y a que se llenaron ríos y arroyos. Cientos de familias de Sabinas y Nueva Rosita fueron evacuadas de sus casas.
En Sabinas, la situación es crítica debido a que el nivel del Río Sabinas creció varios metros y, en las partes bajas se desparramó unos 300 metros hacia ambos lados.
El agua salta algunos puentes, lo que provocó el cierre de la carretera 57, México-Piedras Negras y que cientos de vehículos, camiones de pasajeros y tráilers quedaran varados, incluso varias personas están sobre los techos de sus viviendas.
Personal de Protección Civil del estado y los municipios, policías, bomberos y voluntarios participan en las brigadas de auxilio a los damnificados.
En tanto, el Ejército mexicano implementó el Plan DN-III para casos de desastre. La emergencia continúa porque seguirán los escurrimientos de la sierra.
El gobernador Moreira Valdés recorrió la zona desvastada y dispuso auxilio inmediato para los afectados. Se cuenta con tres helicópteros para apoyar en lo que se requiera a los afectados, uno lo prestó el Grupo Acerero del Norte (GAN).
Hasta este lunes se distribuyen 22 mil 400 despensas, 22 mil botellines de agua, 22 mil 400 "kit" de limpieza, 2 mil 800 colchones y otros apoyos. También comisionó a funcionarios de su gabinete para que coordinen la entrega inmediata de la ayuda.
Dijo que se contratarán 300 trabajadores para que apoyen las labores de limpieza y ya se arman 54 equipos de maquinaria con el fin de iniciar la reconstrucción de casas y la infraestructura dañada.
"Salvar la vida es lo más importante los bienes materiales que se pierdan como quiera se reponen", dijo el mandatario estatal en entrevista vía telefónica en un noticiero radiofónico.
Exhortó a la población a que no salga si no es urgente y si están en situación de riesgo, aceptar que se les traslade a algún albergue en lo que pasa la emergencia.
Moreira Valdés se reunió allá con funcionarios de su gabinete y con los alcaldes de Sabinas, Jesús María Montemayor y de San Juan de Sabinas, Antonio Nerio Maltos, con quienes tomó diversos acuerdos.
Como no se puede trabajar en las minas, porque se anegan con los escurrimientos de agua, ofreció que a siete mil mineros se les cubrirá una parte de su salario por un lapso de dos semanas, a través del Fondo de Garantía a la Pequeña y Mediana Minería de Coahuila (Fogamico).
En Nueva Rosita fueron desalojadas de sus viviendas familias de cuatro colonias, Rovirosa, Los Filtros, María y Las Torres, que están en las márgenes del Río Álamos, aunque hubo quienes no se quisieron salir.
También en Piedras Negras y Acuña, a donde se trasladaría posteriormente el ejecutivo coahuilense, se inició la evacuación de decenas de habitantes que viven en los márgenes de los ríos y arroyos, por los fuertes escurrimientos se estima que el nivel del Río Bravo aumentará en las próximas horas unos 7 metros.
Fuente: El Informador
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