10 de julio de 2010

Barack Obama tiene más cartas para jugar en el conflicto de Medio Oriente

La primera sería dar mayor autoridad a la mediación de EE.UU. Los elementos clave de la segunda son: fronteras basadas en 1967 y Jerusalén como capital compartida



Por: PHILIP STEPHENS

Observando las imágenes de Barack Obama y Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca, esta semana, un amigo diplomático comentó que de un impasse enojado habían pasado a un impasse cordial. Tal vez el comentario sea un poco cínico, pero Medio Oriente nos convierte en cínicos a casi todos. Netanyahu tuvo la cálida recepción que los primeros ministros de Israel esperan de los presidentes de EE.UU. En su anterior visita a Washington, Obama hasta le había negado un encuentro para la foto. En la medida en que, por razones internas, ambos líderes querían mostrar que pueden llevarse bien, el encuentro fue exitoso.

Netanyahu llegó prometiendo aliviar el bloqueo a Gaza; Obama ofreció la seguridad de su postura sobre las armas nucleares de Israel. En términos generales, acordaron que era necesario comenzar pronto las negociaciones directas entre Israel y la Autoridad Palestina.

Pero no es fácil imaginar que esta armonía coreografiada evidencia coincidencia de pensamiento. Tras golpearse la cabeza contra el muro de Medio Oriente durante 18 meses, Obama tiene poco para mostrar excepto moretones políticos, muchos infligidos por Netanyahu. Nadie culparía al presidente si siguiera la costumbre de sus predecesores y pusiera la cuestión en espera para volver a ella al final de un segundo período en el cargo. Hay muchas otras crisis que merecen su atención. ¿Por qué gastar capital político cuando su interlocutor israelí muestra tan poco entusiasmo por el proyecto y los palestinos están muy divididos entre sí?

Si se propone esto a altos funcionarios en Washington se obtienen dos respuestas diferentes que apoyan mantener vivo el proceso diplomático. La primera es pragmática: las cosas pueden estar mal, pero pueden empeorar mucho.

La segunda respuesta pone el conflicto israelí-palestino en una perspectiva estratégica más amplia: como una amenaza al poder y los intereses de EE.UU. en Medio Oriente, y a la capacidad de Washington de combatir al islamismo violento en todos lados. La amenaza regional se convirtió en amenaza global, dijo un funcionario.

Este año David Petraeus, el general de EE.UU. que quedó a cargo de la guerra en Afganistán, expresó la preocupación de altas figuras militares en el sentido de que la obstinación israelí amenaza la seguridad estadounidense.

Washington opina que las negociaciones con los palestinos deben ser relevantes. Netanyahu quiere concentrarse en el proceso; Obama quiere que discuta, entre otras, cuestiones de fronteras. A esto aún no se le ha encontrado la vuelta, pero el presidente de EE.UU. todavía tiene un par de cartas que jugar.

La primera sería agregar mayor autoridad polítical al papel mediador de EE.UU. Una respuesta obvia sería recurrir a Hillary Clinton para liderar el esfuerzo diplomático de su país. La secretaria de Estado, que es una ex senadora por Nueva York, tiene las credenciales y la talla para el rol. Ponerla en el centro de la escena sería una señal que indicaría a ambos lados, y al mundo en general, que Obama está decidido a mantener el ímpetu de las negociaciones.

La segunda carta, que implica poner sobre la mesa un marco estadounidense para el acuerdo de dos Estados, ha sido muy discutida en la Casa Blanca. Los elementos esenciales no sorprenden: fronteras basadas en 1967, Jerusalén como capital compartida, garantías absoluta de seguridad para Israel y límites para el derecho palestino a regresar. Pero su publicación, y el respaldo de la comunidad internacional, incrementarían la presión sobre ambas partes.

Mi sensación es que Obama no está listo para jugar esta carta, aunque es la idea por la que se inclinan algunos asesores. Tal vez el presidente piensa que tenerla en reserva le da más influencia.

Fuente: Cronista.com

COMENTARIO PROFÉTICO:

JERUSALÉN es ya la copa y piedra pesada que esta haciendo temblar a TODAS LAS NACIONES DE LA TIERRA con juicio Divino, la destrucción y los efectos colaterales ya los empezamos a ver en cadena MUNDIALMENTE en la CRISIS FINANCIERA, TERREMOTOS, EPIDEMIAS y el CAMBIO CLIMÁTICO. Porque se CONFABULAN de corazón, contra ti han hecho alianza los ismaelitas (Árabes) con TODAS las naciones, organizaciones mundiales (ONU), lideres políticos y religiosos. Los países árabes están haciendo guerra por medio del petróleo su medio de chantaje para presionar a TODAS las naciones para que Israel reparta sus tierras y a favor de acelerar la división de Jerusalén y la creación de la nación Palestina, porque TODAS las naciones por ver el petróleo más barato presionan Israel a repartir sus tierras heredadas Divinamente, las profecías de los últimos tiempos nos han alcanzado, nada es coincidencia y todo lo profetizado se cumplirá, porque TODAS las naciones ya están contra Jerusalén (Todas han cambiado sus embajadas de Jerusalén a Tel Aviv, no reconociendo como capital exclusiva Jerusalén de Israel y ahora por medio de la ONU presionando a Israel a dividirla y repartir sus tierras heredadas Divinamente por pacto SEMPITERNO por un pacto de muerte que traerá Paz y seguridad con DESTRUCCIÓN REPENTINA). Despierta tu que duermes CRISTO VIENE PRONTO...Salmo 83:3-6, Zacarías 12:1-6, 1 Crónicas 16:17-18, Salmo 105:10, Isaías 24:4-13, 28:14-22, Ezequiel 16:59-63, Daniel 9:27, Jeremías 30:5-11, 1 Tesalonicenses 5:3 y Joel 3:1,2.

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